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Pitriky y los Sentidos

Nuestro primer montaje nació desde la perspectiva más joven: llena de ilusión, trabajo y esfuerzo. Nos pusimos manos a la obra y salió algo maravilloso. Lleno de improvisación, didáctico, poético y lleno de interacción con el público​

Basado en un texto de una alumna de la ESAD de Gijón  comenzamos a trabajar para acercar al público infantil nuestro primer texto. Cargados de emociones como estabamos, durante dos meses trabajamos para entender que era lo más importante para un niño. Que era lo que le interesaba, y de que manera podíamos llegar más a sus gustos. Así nació Pitriky. Un muñeco capaz de tener una personalidad, ser pícaro y a la vez enseñar la valía de nuestros sentidos. Durante seis meses estuvimos girando por toda la Comunidad de Madrid, con más de 100 actuaciones. El público salia encantado. Y a fueran cincuenta, que ciento cincuenta, que cinco, los niños siempre salían encantados con la obra. Participaban y se emocionaban.

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Un día que recordamos con especial cariño, fue aquel en la sala "Lagrada" donde un grupo de gente con diversidad psíquica participo de forma activa. Parte del grupo se quedo completamente anonadado con un grupo de personas tan respestuosas y que a la vez entraban con tanta facilidad en el juego.

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Aunque recordemos ese, hay otros también igual de emotivos y lleno de vivencias, como en las demás salas que estuvimos como en la sala "Tarambana" o en la sala "Liberarte" donde, además de encontrarnos con un grupo de gente maravillosa, encontramos verdaderos artistas del panorama alternativo de la escena madrileña.

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